Ps. Paula Lucero (Mat. 5409) Psicoanalista - Te:(0341)156594697 - Rosario Centro
martes, 9 de septiembre de 2014
viernes, 4 de abril de 2014
La vivencia de satisfacción y la constitución del sujeto
Para
situar el origen del deseo, Freud plantea la existencia de un vivenciar
originario que llamó “vivencia de satisfacción”. Considerando al deseo como el
motor del aparato psíquico, el comienzo del deseo significa el comienzo del
aparato psíquico como tal.
Es decir que las marcas mnémicas de la necesidad y
la satisfacción, sirven de asiento a lo inconsciente mismo.
Freud otorga
particular importancia al papel de la asistencia ajena en la constitución del
sujeto, en la medida en que dicha asistencia no solo involucra la satisfacción de las
necesidades orgánicas (hambre, sed) sino también satisfacciones de otra índole:
caricias, palabras, contacto, amor.
Ambos
componentes de la vivencia de satisfacción, el alimento (necesidad) y el amor
(demanda, dirá Lacan) generan la huella y la imagen de un estado de beatitud
que luego se intentará recobrar por vía alucinatoria: cumplimiento de deseo. El
deseo es ésta moción psíquica que empuja hacia la recuperación del estado
inicial de satisfacción.
Vivencia de satisfacción- Secuencia
- Estado de tensión: hay un registro orgánico de una necesidad pura. Aún
no hay representación psíquica de la excitación pulsional. El grito del
niño es ya un llamado al otro.
- Auxilio ajeno: el estado inicial del ser humano se caracteriza por
una prematuración y estado de desvalimiento que fuerza a una dependencia
de otro que alimente, cuide, calme y toque. La madre (o aquel que cumple
su función) auxilia al niño desde su deseo, por esta razón ese bebé va a
tener para ella un valor fálico. La madre erogeniza el cuerpo del niño a
través de la mirada, la voz, las caricias marcando bordes en ese cuerpo. A
partir de esta libidinización se construye el cuerpo pulsional, lo cual
permite la introducción del niño en la cultura.
- Acción específica: la madre interpreta el llanto del niño, desde el
momento en que la madre hace una lectura de la necesidad, ésta se articula
en demanda. En el niño se produce un placer inmediato (satisfacción)
cuando el otro propone un objeto que calma la tensión.
- Descarga: de la satisfacción, de la descarga de excitación,
queda una huella en lo inconsciente.Ya hay
representación psíquica que posibilita luego la identidad de percepción.
- Satisfacción fallida: al sobrevenir un nuevo estado de necesidad o
displacer, se inviste la huella mnémica que asociaba
necesidad/satisfacción. Al principio hay confusión entre huella mnémica
pasada y percepción actual (identidad de percepción), pero luego el niño
sufrirá el desengaño: no es posible reeditar lo sucedido de manera
idéntica, este desengaño abre paso para la identidad de pensamiento- Proceso 2rio. La satisfacción buscada difiere de la obtenida, con Lacan
podemos decir que el resto que permanece sin satisfacer es lo que
constituye y sostiene el deseo (entre la necesidad y la demanda).
A
propósito de la constitución del sujeto del inconsciente, Lacan propone la
noción de sujeto barrado por el significante. Antes de que el significante
introduzca una diferencia en lo real, hablamos de un sujeto de la necesidad, o
sujeto a advenir, o sujeto inexistente.
Previo
a su nacimiento, ya existe un orden Simbólico donde el niño va a ser recibido.
Este recibimiento va a estar marcado por el deseo del otro (como hombre o como
mujer) resultante de la relación que ese otro haya establecido con su propia
castración.
Desde el inicio el sujeto es hablado, nombrado, soñado. De este modo es alojado en un mundo de lenguaje, lo cual determina una sujeción al significante en términos de saber inconsciente. Lacan dice: “Lo inconsciente es el resultado de los efectos del lenguaje en el sujeto”.
La vivencia de satisfacción es un momento inaugural que revela el papel indispensable que cumplen los otros en la constitución del aparato psíquico. Aparato que, ya habitado por el deseo, funcionará en torno a la búsqueda de un objeto alucinatorio, pero objeto al fin.
Desde el inicio el sujeto es hablado, nombrado, soñado. De este modo es alojado en un mundo de lenguaje, lo cual determina una sujeción al significante en términos de saber inconsciente. Lacan dice: “Lo inconsciente es el resultado de los efectos del lenguaje en el sujeto”.
La vivencia de satisfacción es un momento inaugural que revela el papel indispensable que cumplen los otros en la constitución del aparato psíquico. Aparato que, ya habitado por el deseo, funcionará en torno a la búsqueda de un objeto alucinatorio, pero objeto al fin.
Bibliografía Consultada:
S. Freud. La Interpretación de los sueños.
J. Lacan. El Seminario XI: Los Cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis.
J. Lacan. Escritos I. La significación del falo.
martes, 18 de marzo de 2014
Sobre la relación de objeto
La noción de falta de objeto no
es negativa sino que motoriza la relación del sujeto con el mundo. J. Lacan
considera que el complejo de Edipo es una estructura triangular en donde la
función del padre hace operar un pasaje de lo imaginario a lo simbólico. En el
triángulo edípico aparece el falo como tercer término, significante de la falta
y referente de la diferencia de los sexos. De este modo, el sujeto debe
enfrentar el problema de la diferencia sexual a través de tres tiempos lógicos.
El falo como terceridad, es el encargado
de medir la diferencia sexual. En este recorrido, la función paterna actúa
metafóricamente e impone la ley regulando el deseo. ¿Que es el falo?, el falo
es un significante que designa los efectos del significado, revela la función
del Otro como lugar simbólico en donde el sujeto se ubica bajo la forma de una
división o “spaltung”. En este sentido, el falo da razón sobre el deseo del
Otro; ya que el sujeto va a querer ese deseo.
El significante subvierte la
necesidad sujetándola a la demanda de amor. El deseo entonces, es lo que la
demanda de amor no llega a satisfacer.
En un momento inaugural, el Otro
lee la necesidad del niño como demanda (desde su deseo). De este modo satisface
la necesidad y a la vez lo libidiniza (amor). Lacan afirma que la demanda es
siempre demanda de una presencia o ausencia, el Otro aparece con el privilegio
de satisfacer necesidades y privar satisfacciones, pero no puede dar un amor
incondicional, por esta razón el deseo se constituye como resto insatisfecho.
Lacan en el seminario IV, afirma
que la relación de objeto depende de la relación que el sujeto mantiene con la falta.
Lo que se ama en el objeto es lo que falta. Es así que la falta tendrá una
escritura triple en el sujeto: castración, frustración y privación.
Por lo tanto, un objeto de amor
es amarrado triplemente, su pérdida desencadena el inconsolable trabajo del
duelo. Siguiendo en esta línea del objeto faltante, Lacan sostiene que se ama a
ese objeto esencial que ocupa un lugar en la propia falta, en la medida en que
causa el deseo.
Al final de su obra, Lacan
teoriza la falta de objeto como falta de correspondencia entre el hombre y la
mujer. Lo planteado anteriormente supone que entre el hombre y la mujer está la
castración, la falta de objeto ideal. Luego, esta diferencia radical será
planteada en términos de “no hay relación sexual” entre el hombre y la mujer.
Porque no hay objeto, buscamos nuestros objetos. Porque no hay relación
sexual, hacemos el amor.
J. Lacan. Seminario IV.
J. Lacan. La significación del falo.Escritos 2.
J. Lacan. Seminario X.
J. Lacan. Seminario XX.
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